Meta del 0,7: Breve historia de la cooperación internacional en España y actualidad en Aragón
España: De receptor de ayuda internacional a donante
Hasta finales de los setenta, España era considerada por el Banco Mundial como un país en vías de desarrollo y había recibido asistencia económica de países e instituciones financieras internacionales. Carecía en esos momentos de una política de cooperación. A partir de esas fechas, empezó a involucrarse en la creación de mecanismos financieros para la cooperación al desarrollo.
Tras dotarse de instituciones para dirigir y enfocar sus esfuerzos en materia de cooperación para el desarrollo, se incorporó en 1991 al Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) de la OCDE. Así, España entró en el sistema internacional de cooperación al desarrollo en calidad de donante, dejando atrás su estatus de nación receptora. Así mismo, la política pública de la cooperación al desarrollo internacional identifica el problema global de la pobreza al que España pretende contribuir a su solución, dentro de un espacio coordinado con el resto de actores nacionales e internacionales.
¿Qué es la «meta 0,7»?
En octubre de 1970 la Asamblea General de las Naciones Unidas acordó destinar el 0,7% de la renta nacional bruta a ayuda oficial al desarrollo (AOD). Los países económicamente más avanzados se comprometieron a lograrlo antes de 1975.
España asumió el compromiso del 0,7% cuando entró a formar parte del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) en 1991. A partir de entonces, y dado que nunca se cumplió dicho compromiso, han sido muchas las ocasiones en las que España (y el resto de países que no cumplen) ha renovado su compromiso de destinar el 0,7% a AOD. El horizonte para cumplir con este objetivo es 2030, fecha límite para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
¿En qué punto nos encontramos en Aragón con la meta 0,7?
En 2020, según el informe AID WATCH de CONCORD, España continuó en la cola de la UE en cooperación. Mientras que en 2020 la media de la ayuda de la Unión Europea se situó en un 0,5%, España se quedó apenas en un 0,22%. Bajo el paradigma internacional de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el 7 de septiembre de 2018, todos los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón firmaron el “Pacto aragonés por la Cooperación al Desarrollo en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible” a propuesta de la Federación Aragonesa de Solidaridad.
Han transcurrido veinte años desde la aprobación de la Ley vigente de Cooperación Internacional y Desarrollo Sostenible en Aragón, en los que la sociedad y la cooperación han ido evolucionando. Actualmente desde Kumara como parte de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) estamos trabajando con el resto de organizaciones para aportar nuestra visión y metas a lograr, una de ellas acercarnos al 0,7%, con la futura ley aragonesa de Cooperación al Desarrollo. Durante este mes de septiembre, los días 15 y 20, seremos parte del proceso participativo ciudadano del Anteproyecto de la nueva ley organizado por el Gobierno de Aragón.
Según el estudio anual que realiza la Federación Aragonesa de Solidaridad, la Diputación de Zaragoza (DPZ) y el Ayuntamiento de Jaca son las únicas administraciones aragonesas que cumplen el objetivo de destinar el 0,7% a proyectos de Cooperación al Desarrollo.
Los ámbitos de actuación prioritarios determinados dentro de las convocatorias de ayudas de la DPZ son el desarrollo de la soberanía alimentaria en los países menos adelantados, la protección y defensa de los derechos humanos, las actuaciones en los campamentos de refugiados saharauis así como en los territorios administrados por la Autoridad Palestina. Además, y como ya se viene trabajando desde hace años, se subvencionarán proyectos de Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global (EpDCG). El fomento de proyectos de EpDCG es esencial para generar una ciudadanía aragonesa crítica y activa, que esté comprometida con la construcción de una sociedad global solidaria, justa y equitativa. Por otro lado, el Ayuntamiento de Jaca recibió el IV premio FAS a la Trayectoria Solidaria en 2021 por su compromiso.
Desde Kumara celebramos estos logros y esperamos que otras administraciones e instituciones públicas aragonesas logren este compromiso del 0,7% antes del 2030.
Cuestión de responsabilidad cívica: el movimiento 07
En 1994, con el movimiento social por el 0,7% se empezaron a registrar en la sociedad civil importantes movilizaciones en torno a la necesidad de una conciencia social sobre las injusticias en los países más empobrecidos.
El Movimiento 07 surge de las movilizaciones y huelgas de hambre en los años 90 , en pos de conseguir que el Estado español destinara el 07,% PIB en Ayuda Oficial al desarrollo a los países más empobrecidos, según había dictaminado la resolución 61 de Naciones Unidas. Estas protestas y acampadas por todo el país fueron el germen de la primera ley de cooperación española y supuso una llamada de atención a los políticos para que aumentaran su compromiso solidario.
Las consecuencias directas de dichas movilizaciones fueron, por un lado, la firma de un “pacto por la solidaridad” por el que los partidos parlamentarios se comprometieron a incrementar la ayuda oficial al desarrollo con el objetivo de aproximarse al 0,7% del PIB; y por otro, la creación en 1995 del Consejo de Cooperación para el Desarrollo, instancia consultiva participada por los principales agentes involucrados en la cooperación (administración pública, ONGD, universidades, empresas, fuerzas sociales y expertos/as) con el objetivo de facilitar el diálogo entre la administración pública, las ONGD y otros agentes sociales.
Reflexión final
Seguimos viviendo tiempos de grandes conflictos en el mundo, causados por las estructuras injustas que imperan y que siguen siendo soportadas por las personas con menos recursos, más de la mitad de la población mundial. Cuando hablamos del 0,7, en realidad hablamos de cómo queremos que se use nuestra contribución a través de los impuestos. Esta aportación a la cooperación al desarrollo se convierte en proyectos sociales que sirven tanto como para cubrir las necesidades básicas como para empoderar y hacer partícipes a estos pueblos de su propio desarrollo sostenible y ético. En definitiva, no sólo somos responsables de la dignidad de vida de nuestros conciudadanos, a los que dedicamos la mayoría de nuestros impuestos, no tenemos que olvidar que también tenemos otros conciudadanos que viven en lugares alejados fuera de nuestra comunidad o nuestro estado.
«El reconocimiento del vínculo de la solidaridad que nos une a todos los seres humanos, la primacía del valor de la justicia en las relaciones interpersonales y sociales como cimiento de la paz, el desarrollo y el bienestar colectivo y el cuidado de la vida del planeta , como deber y como responsabilidad antes nuestros semejantes , es la única garantía de que podamos sobrevivir dignamente nosotros y el futuro de los que vengan detrás.”
Ideario de la Plataforma 07 (1994)
Fuente imágenes: Página web de Plataforma 07
